Interpretación:
La poeta nos muestra por sus palabras su amor profundo para
Dios y su anhelo intenso de estar con Dios.
De principio al fin, ella refiere al "amor con que yo vivo" (verso 12), diciendo que "es dulce el amor" (verso 27) y llamando a Dios "mi Amado." (verso 58) Para ella, "el amor es fuerte," (verso 39) tan fuerte que "muero de amor." (verso 4) Como su amor para Dios, su deseo de verle está bien reflejado en todas partes del poema. Ella lo dice claramente cuando declara su "pasión ver a Dios." (verso 15) Lo quiere tanto que clama "no te tardes, que te espero," (verso 37) y "Quiero muriendo alcanzarte." (verso 57)
Estas frases son buenos ejemplos de la forma repetitiva manifestada en una emoción o una actitud continuada. Desde el comienzo, el poema le da al lector estos temas y la expectación de que seguirán. La continuación sucesiva satisface el deseo.
De principio al fin, ella refiere al "amor con que yo vivo" (verso 12), diciendo que "es dulce el amor" (verso 27) y llamando a Dios "mi Amado." (verso 58) Para ella, "el amor es fuerte," (verso 39) tan fuerte que "muero de amor." (verso 4) Como su amor para Dios, su deseo de verle está bien reflejado en todas partes del poema. Ella lo dice claramente cuando declara su "pasión ver a Dios." (verso 15) Lo quiere tanto que clama "no te tardes, que te espero," (verso 37) y "Quiero muriendo alcanzarte." (verso 57)
Estas frases son buenos ejemplos de la forma repetitiva manifestada en una emoción o una actitud continuada. Desde el comienzo, el poema le da al lector estos temas y la expectación de que seguirán. La continuación sucesiva satisface el deseo.
Vivo sin
vivir en mí. Santa Teresa de Jesús.
Vivo sin vivir
en mí Y tan alta vida espero Que muero porque no muero. Vivo ya fuera de mí, Después que muero de amor; Porque vivo en el Señor, Que me quiso para sí: Cuando el corazón le di Puso en él este letrero, Que muero porque no muero. Esta divina prisión, Del amor con que yo vivo, Ha hecho a Dios mi cautivo, Y libre mi corazón; Y causa en mí tal pasión Ver a Dios mi prisionero, Que muero porque no muero. ¡Ay, qué larga es esta vida! ¡Qué duros estos destierros! ¡Esta cárcel, estos hierros En que el alma está metida! Sólo esperar la salida Me causa dolor tan fiero, Que muero porque no muero. ¡Ay, qué vida tan amarga Do no se goza el Señor! Porque si es dulce el amor, No lo es la esperanza larga: Quíteme Dios esta carga, |
Sólo con la
confianza Vivo de que he de morir, Porque muriendo el vivir Me asegura mi esperanza; Muerte do el vivir se alcanza, No te tardes, que te espero, Que muero porque no muero. Mira que el amor es fuerte; Vida no me seas molesta, Mira que sólo te resta, Para ganarte, perderte; Venga ya la dulce muerte, El morir venga ligero Que muero porque no muero. Aquella vida de arriba, Que es la vida verdadera, Hasta que esta vida muera, No se goza estando viva: Muerte, no me seas esquiva; Viva muriendo primero, Que muero porque no muero. Vida, ¿qué puedo yo darte A mi Dios, que vive en mi, Si no es el perderte a ti, Para merecer ganarte? Quiero muriendo alcanzarte, Pues tanto a mi amado quiero, Que muero porque no muero. |
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